viernes, 7 de agosto de 2009

Libertad o Chavismo: ¿Qué le conviene a Latinoamérica?

El modelo chavista pisotea la dignidad de los pueblos latinoamericanos al tratar de corromperlos con recursos que no le pertenecen.
Arrecian los ataques verbales del gobernante venezolano en contra de Colombia y Honduras por la decisión soberana de los dos estados de no ceder ante la pretensión de éste por implantar el esperpento denominado socialismo del Siglo XXI en ambos países. Chávez no ha escatimado oprobios en contra de los dos pueblos latinoamericanos que se han convertido en un escollo insuperable para su macabra revolución.
Sin lugar a dudas, la decisión soberana del pueblo hondureño, que concluyó con la expulsión del ex mandatario Zelaya, ha provocado una reacción violenta por parte de los seguidores del chavismo en Latinoamérica. La andanada de ataques que ha sufrido Honduras, por parte de los áulicos de Chávez en el continente, no cesan. El día de ayer fue la función de lujo del circo en que se ha convertido el regreso del depuesto presidente a la nación centroamericana. Los medios de comunicación, y en especial CNN y Telesur (el canal del chavismo), fueron los convidados de honor para acompañar la rutina circense que hacia Zelaya. Afortunadamente, para la seguridad latinoamericana, el pueblo hondureño que no quiere ser convertido en esclavo del chavismo ha hecho frente con manifestaciones numerosas que buscan decirle al mundo que ellos no quieren ser peones de Chávez. Además, la estructura terrorista colombiana de las FARC, aliada del chavismo, en apoyo a Zelaya ha salido a descalificar la actuación del gobierno colombiano por recibir a una comisión del gobierno de Micheletti enviada para dialogar.
El chavismo no "respeta pinta", ahora el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien había sido convocado para que mediara en la solución del conflicto interno hondureño, se ha convertido en objeto de ataques por parte de los seguidores del chavismo. El borrador del acuerdo denominado "Acuerdo de San José", no satisfago los intereses del depuesto presidente, debido a que en éste salen a flote muchas de las causas que llevaron a los poderes públicos de Honduras a expulsarlo. El mundo está conociendo la verdad de lo sucedido. El pueblo hondureño sólo espera que las organizaciones internacionales que lo vetaron tengan la decencia de reconocer que actuaron de forma precipitada y, casos como la OEA, haciéndole el mandado al chavismo.
Colombia tampoco ha sido ajena a los ataques sistemáticos en contra de la soberanía nacional. La injerencia reiterada que hace el chavismo en nuestro país está llevando al límite al pueblo colombiano. Ahora ha convertido en caballo de batalla los acuerdos de cooperación militar entre Colombia y Estados Unidos. Cómo siempre, el tema de las relaciones comerciales es usado para amedrentar al gobierno colombiano. Las amenazas de no comprar más productos colombianos son usadas reiteradamente cada vez que Colombia toma una decisión en contra de los intereses del chavismo.
El problema que tienen Colombia y Honduras con el chavismo también lo están teniendo otros países de la región. La inyección de recursos venezolanos a campañas que buscan demoler las instituciones democraticas de los países libres del continente es evidente y descarada. El chavismo ha realizado una campaña de colonización por el continente, inclusive, hasta México estuvo a punto de caer bajo el influjo del chavismo.
Ahora bien, todo lo anterior plantea una disyuntiva que ha creado el chavismo al interior del continente. Su objetivo es el de arrebatarle el protagonismo a los estadounidenses en la región. La campaña llevada a cabo por el gobierno venezolano es el de convertir a las naciones latinoamericanas en sus colonias.
Las diferencias entre ambos modelos son abismales. En los países que sucumbieron ante el chavismo han usado como pretexto, para justificar su arrodillamiento ante Chávez, que los Estados Unidos los explotaron por décadas, pero ocultan de forma adrede la verdad sobre la culpa que tienen sus propios gobernantes en todos los males que los aquejan.

El chavismo pretende hacerle creer a los pueblos latinoamericanos que el socialismo del Siglo XXI es la alternativa que tienen para salir de la miseria, aún más, es vendida cómo en el pasado lo hicieron con el modelo comunista. El esperpento que hoy propone el chavismo es vendido cómo la "pócima mágica" para la cura de todos los males de los países del continente.
Lo peculiar del modelo que pretende implantar el chavismo, al precio que sea, es que no ha dado resultado ni siquiera en su propio país. Las desigualdades sociales al interior de Venezuela se han agudizado con la llegada de Chávez al poder. Más de diez años gobernando y, con grandes recursos provenientes de las exportaciones de petroleo con los precios más altos en toda la historia, no ha logrado cerrar la brecha social de ese país. Además, los embates sistemáticos que hace en contra de la democracia venezolana lo descalifican para ser un modelo a seguir en el continente. La violación a las libertades individuales que hace día a día al pueblo venezolano, hasta el punto de violar la Constitución Nacional de forma flagrante, convierten al chavismo en un sistema peligroso y nocivo para las democracias latinoamericanas.
Es chistoso, por no decir ridículo, ver a los seguidores del chavismo (simpatizantes profesionales) descalificando las acciones llevadas a cabo por los estadounidenses para justificar el giro que deben hacer los países latinoamericanos, pero no ocultan la manera cómo ellos esclavizan a sus pueblos. Las violaciones sistemáticas a las libertades individuales son la prueba fehaciente de la crueldad que no oculta el Socialismo del Siglo XXI.
Hoy más que nunca, Cuba y los países que conformaron la Cortina de Hierro, se convierten en el espejo al cual debe mirar Latinoamérica para no caer en las falsas promesas de cambio, peor aún, en falsas "pócimas mágicas".
El pueblo cubano lleva más de 50 años bajo la tiranía de un régimen de terror. ¿Qué logros puede mostrar el modelo comunista al mundo? La miseria en que vive la población cubana contrasta con el lujo y la opulencia de los Castro. Décadas de opresión gracias a un modelo que sólo ha permitido que sus líderes se enriquezcan a expensas del hambre y del dolor de su pueblo.
¿Qué puede ofrecer el modelo chavista a Latinoamérica cuando su máximo líder carece de las capacidades necesarias para serlo? La penetración del chavismo en algunos países se ha dado gracias a los recursos (esquilmados al pueblo venezolano) que el gobernante venezolano gira para comprar las voluntades de jefes corruptos.
¿Qué puede esperar Latinoamérica bajo un modelo retrógrado y decadente, además dirigido por una persona inescrupulosa y lejana de la figura de un estadista serio y responsable? Lo que ha caracterizado a Chávez ha sido su ramplonería para manejar temas de vital importancia para el continente.
El modelo chavista pisotea la dignidad de los pueblos latinoamericanos al tratar de corromperlos con recursos que no le pertenecen y los cuales gasta irresponsablemente en detrimento de sus compatriotas.

¿Cómo sería Latinoamérica bajo el influjo del chavismo? Si se hace un listado de quienes son sus máximos representantes en el continente lo que se obtiene es un grupo de personajes más parecidos a unos secuaces que a unos estadistas.
Latinoamérica no se puede dar el lujo de volver al pasado. Algunos países han retrocedido en el tiempo. El modelo chavista los está convirtiendo en países esclavos. Ver a países como Bolivia, Nicaragua y Ecuador es volver la mirada al pasado. El desarrollo de esas naciones parece estar congelado en el tiempo. El dinamismo que exige la globalización, en estos países, parece haber caído en un letargo.
Por último, las relaciones de Colombia y Venezuela cada día que pasa se hacen más tensa. El gobernante venezolano cada vez que se le antoja presiona a nuestro país recurriendo a las amenazas comerciales. Es hora de que se tomen medidas que permitan de una vez quitarse esa dependencia económica del gobernante vecino. Las salidas en falso las quiere tapar apelando a la intimidación no sólo militar, sino también comercial.
La ñapa: Colombia debe respaldar al pueblo hondureño en su búsqueda por liberarse del yugo que le pretende imponer el chavismo. Las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela no pueden estar por encima de la dignidad y la soberanía nacional. El gobierno colombiano debe lograr un acuerdo nacional que incluya a los gremios economicos para enfrentar de una vez las amenazas del gobernante vecino. Es hora de que nuestro país se zafe de estas relaciones tormentosas con estos malos gobiernos.

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